La violencia mortal contra los policías cobró nueve víctimas en los primeros cuatro meses de este año. En Colima, lo mismo asesinan a comandantes, a la jefa de la unidad antisecuestros, a policías municipales, estatales o agentes del Ministerio Público.
Los más recientes crímenes en contra de los elementos policiacos se registraron el domingo en Coquimatlán, donde fue ejecutado a balazos un policía de la Secretaría de Seguridad Pública y el lunes, cuando fue ultimado un policía de la dirección municipal de Villa de Álvarez, una de las más castigadas por el homicidio de policías.
La mayoría de los crímenes de los policías permanecen en la impunidad y hasta el momento, la Fiscalía Estatal no ha informado sobre las líneas de investigación para esclarecer los crímenes y detener a los responsables.
El del pasado 9 de enero, cuando un comandante de la Policía Estatal en Tecomán fue asesinado en la central de autobuses de ese municipio. Según la información extraoficial, el elemento hacia un recorrido a pie por el inmueble cuando recibió los disparos que le quitaron la vida.
Dos días después, un grupo armado asesinó a la jefa de la Unidad Antisecuestros de la Fiscalía General del Estado, Martha Rodríguez Cerna. La funcionaria fue emboscada afuera de su domicilio en Villa de Álvarez.
En marzo, fueron asesinadas dos mujeres policías, una de ellas en la colonia Santa Amalia y la otra víctima en la colonia Nuevo Milenio, en este ataque también falleció el hijo de una de las mujeres policías asesinadas.
A estos crímenes se les suma la ejecución a balazos de una mujer policía de Manzanillo.