Abusos y corrupción definen la administración de José Ignacio Peralta Sánchez.
Colima se prepara para el relevo del titular del Poder Ejecutivo, el gobernador Ignacio Peralta dejará su encargo el próximo 31 de octubre con varios asuntos abiertos y un cúmulo de observaciones de la cuenta pública 2020, por parte de la Auditoria Superior de la Federación.
este tema es diminuto ante las demandas que se preparan por varios de los proveedores del gobierno de Colima, así como una serie de investigaciones que escudriñan las cuentas bancarias personales de varios personajes que se prestaron a encubrir diversas operaciones de compraventa que se hicieron durante su administración y que siguen en la mayor secrecía.
Fuentes no oficiales han señalado que esas pesquisas que emprenden algunas autoridades federales y que estarán listas para ser implementadas como carpetas de investigación que pronto se judicializarán.
Llama la atención que en la lista de estos notables de la política que son cómplices del gobernador Peralta, están algunos jerarcas del PRI que se mueven en el ámbito nacional, entre los que se cuenta a Alejandro Moreno líder nacional de dicho partido, Manlio Fabio Beltrones, Miguel Ángel Osorio Chong, con quienes aparte de disfrutar el placer etílico, disfruta de hacer negocios con el dinero público de los colimenses.
Estas acciones han colocado a su administración en la quiebra financiera que ocasionó el impago de los sueldos de los trabajadores al servicio del Estado, falta de servicios básicos como medicamentos en hospitales públicos, afectación a la educación, por citar algunos ejemplos, pero hay más, mucho más.
Las participaciones de la Federación hacia esa entidad se han dado en tiempo y forma, aunque hay que señalar que se redujeron 150 millones de pesos y para resarcir esos recursos, Peralta contrató deuda por un monto superior a los mil millones de pesos y aún con eso, no tiene para pagar la nómina.