La alcaldesa de Manzanillo reclama a la empresa.

Un pequeño grupo de pescadores de Manzanillo, Colima, se encuentra en medio de un drama de poder. Su dicho contra el de una de las empresas más poderosas del país: Grupo México a la que acusan de derramar entre 10,000 y 80,000 litros de combustóleo que compromete la vida saludable de la laguna de Cuyutlán.

El accidente en el cual la compañía Imex, subcontratada por Ferromex –la firma de ferrocarriles de Grupo México- habría roto un tubo cercano a la laguna no fue reportado sino hasta dos semanas después y, según los afectados, hasta que ellos se dieron cuenta que al subir y bajar la marea un líquido negro y viscoso quedaba en las orillas y flotaba sobre el agua.

los pescadores de Cuyutlán llevan varios días de protesta desde que se enteraron del asunto el pasado 3 de agosto. El pasado martes bloquearon las vías del tren de Ferromex ante la inconformidad de la oferta que les ofrecieron en un encuentro para saldar los daños.

Quieren darnos sólo 300,000 pesos (alrededor de 16,000 dólares)”, dijo uno de ellos ante la televisión local.

La empresa Imex informó a través de un comunicado de prensa que en cuanto ocurrió la fuga se construyeron diques para contener el material, que inició la recuperación manual del producto y también los sólidos. Gabriela Benavides Alcaldesa de Manzanillo, reclama a la empresa haber informado incorrectamente sobre la dimensión del derrame. “Dio coordenadas diferentes de donde fue la fuga y por eso protección civil no encontró daños”. El ayuntamiento realiza actualmente un estudio de mecánica de suelo y de contaminación ambiental para medir los daños de manera más precisa.