«según él no hay dinero en las arcas estatales, pero sus cuentas personales, y de sus familiares y testaferros están al tope”.
La gobernadora electa de la entidad, Indira Vizcaíno Silva, conoce a la perfección sobre los motivos que provocaron la falta de recursos en las arcas públicas y ello obedece a que Peralta ha desviado partidas etiquetadas a otros propósitos para favorecer a proveedores amigos que se mochan con su respectiva cuota con el mandatario.
La herencia recibida por parte de Indira es la corrupción, quiebra y violencia desbordada.
La falta de pago de las quincenas es tan solo uno de los problemas que enfrenta esa entidad, la inseguridad es otro gravísimo escollo que impide que los colimenses disfruten de condiciones mínimas de seguridad en sus vidas y su patrimonio.
Desde que era candidato por el PRI, Nacho Peralta, sabía que el presidente Enrique Peña Nieto construiría una ampliación a la terminal marítima de gran calado que le daría otra dimensión económica al puerto de Manzanillo.
Ni tardo ni perezoso, Peralta acaparó todas tierras aledañas mediante la fuerza y el despojo a los dueños y campesinos propietarios, quienes se vieron obligados a vender a prestanombres y testaferros del futuro gobernador.
Las pesquisas que no solo hace la UIF, la Fiscalía General de la República y las áreas de inteligencia de la Marina, tienen ubicadas a los familiares y esos prestanombres que, por cierto, varios de ellos, por una “afortunada coincidencia” son proveedores del gobierno.
Favor con favor se paga y Nacho Peralta en aras de tener la solvencia económica para cuando deje el cargo, saqueó las arcas públicas que están vacías a un nivel de que ni siquiera el gasto corriente puede solventar, como el pago de la nómina.
Estas irregularidades tan solo son la punta del iceberg de la corrupción que están desmadejando las autoridades competentes.
Y no crea, estimado lector, que la escasez de recursos se deba a que la federación no ha enviado sus participaciones al estado, al contrario, todas se han depositado puntualmente y por ello el presidente se extrañó ante la falta de presupuesto.