Las percepciones son importantes, las cavilaciones son muy importantes, pero sobre todo son mucho más importantes los hechos, los testimonios concretos que muestran la realidad de lo que está pasando en la vida política de una sociedad.
En Colima no gobierna la muchacha inmadura, pueril y con giros de rebelde sin causa, no, quien verdaderamente manda es su padre. Un hombre enloquecido por el poder. Que dicho sea de paso, lo hace muy mal.
Los hechos han venido confirmando que el gobierno: carece de agenda, es incapaz de debatir abiertamente cualquier asunto público, no dialoga con la sociedad, sus acciones son propias de una inercia burocrática que funciona con base en las tareas de escritorio que se harían, aun si no existiera un titular del Ejecutivo concreto.
El gobierno ha intentado, inútilmente, desplegar una campaña de “logros”, el problema es que los logros se reducen a machuelos, alcantarillas, pequeñas bodegas, tuberías remplazadas en alguna colonia, pueblo o ranchería, aulas restauradas, que se sintetizan en un concepto vacío: obras que transforman.
Han intentado desvirtuar la crítica insultando en las redes con descalificaciones y hasta con amenazas veladas e incluso directas. Todo organizado desde la Oficina de la Gubernatura. Lo que no ponderan, suficientemente correcto, es que el producto es el problema. Lo podrido es el producto que quieren vender. Lo inservible es Indira y su gobierno. Y cuando el producto es el problema no hay propaganda que valga.
La familia en el poder es un desastre
La Mafia de las Amiguis reduce el concepto de gobernar a la distribución de las tarjetas de los programas sociales del Gobierno de México. Este grupo en el poder llegó a la conclusión que gobernar es repartir los recursos de los programas sociales y con ello creen estar abonando el terreno para llegar con suficientes merecimientos para obtener los votos suficientes para sostenerse en el poder y eventualmente conservar la gubernatura en el 2027.
Pero tomar decisiones políticas, eso es otra cosa, que no les gusta hacer públicamente y lo remiten a la “vida privada de su gobierno”, es decir, al seno de la Mafia de las Amiguis.
Ocupando espacios
Es del domino público que cuando se estaba conformando el gabinete y la plantilla de trabajadores de confianza del gobierno y alguna persona se sentía con los suficientes méritos o estrechos niveles de relación con la familia Vizcaíno hacían antesala en las oficinas de Productores Unidos por Colima (PUC), donde despachaba el padre de la gobernadora y con él se tomaba el acuerdo.
Después también se hizo del dominio público las presiones del grupo Experiencia y Sabiduría –grupo de vividores y desempleados del PRI– que aprovechando la consistente caída en la aprobación del gobierno de Indi y el malestar causado por la pésima manera de manejar la crisis de inseguridad que vive el estado presionaron fuerte al padre de la gobernadora para ocupar las diversas delegaciones federales.
En su momento, aprovechando las elecciones internas del partido Morena, vieron la oportunidad para colonizar el Consejo Político Estatal de Morena y colocaron a sus incondicionales, encabezados por Julio César León Trujillo, corriendo a todos los miembros fundadores que quedaban. Convirtiendo a ese instituto político en órgano que maneja los dineros para cubrir los gastos propagandísticos del gobierno que, por cierto, usa a los beneficiarios de los programas sociales como mercancías en los espectaculares que inundan todo el estado en forma obscena por su costo y cantidad escandalosos. Que si bien no son ilegales, sí es poco ético su uso.
Y finalmente para que a nadie le quede duda el señor padre de la gobernadora está publicitando en las redes sociales y por medio de las cuentas de los diputados sus reuniones donde opera los asuntos del gobierno, como funcionario oficioso, como sucedió en la negociación de los taxistas y donde la secretaria General de Gobierno y la subsecretaria de Vialidad hacen las veces de convidados de palo.
La última foto que se público para dar fe de quien toma las decisiones, en un evento de Productores Unidos por Colima, aparece el señor padre de la gobernadora negociando con la gobernadora, acordando el futuro de los productores del campo colimense, desde luego que a un lado aparece el señor Osvaldo Ugarte Vizcaíno, el “líder” formal de la organización. La PUC haciendo las veces de una CNC, pero sin campesinos y con unos productores que bien valdría la pena que contestaran una pregunta que les hicieron en las redes sociales ¿Que producen?, pues algunos miembros no tienen tierras en propiedad ni rentan tierras, por lo tanto, resulta pertinentes las preguntas ¿Dónde producen y qué Producen?
La gobernadora y su familia, por ejemplo, a su hermano le concedió un puesto en el DIF para que hiciera algo, es decir, que convirtieron una institución dedicada a la noble tarea de apoyar a las familias colimenses en situación de precariedad en una institución de asuntos sin importancia.
El partido Morena fue desmantelado y sustituido por la familia Vizcaíno. Morena es la familia Vizcaíno, el gobierno es la familia Vizcaino, que en el año y cuatro meses que llevan al frente del mismo tienen al estado en los últimos lugares en la producción industrial, en los últimos lugares de aceptación popular y en la peor crisis de inseguridad que se tenga memoria.
Un partido expresa en su seno lo que quiere para toda la sociedad. Morena está usurpado por una familia, el gobierno es un desastre. La familia Vizcaíno es la imagen viva del desorden y del desastroso gobierno que padecemos.